jueves, 11 de diciembre de 2008

LA EDUCACION DEL HOMBRE: UN TEMA INACABADO

Educarse es la mayor preocupación que debe tener el ser humano, pues como lo plantea Platón en sus escritos, el hombre está inmerso en una caverna donde sólo ve las sombras que le muestra el mundo exterior, está atado desde niño y se ha acostumbrado a vivir de esta forma. Pero existe la posibilidad de romper las cadenas y girar su cuerpo para mirar las cosas del exterior, aquellas que ha conocido por medio de sombras.
Así mismo, se encontrará que cuando lo haga sufra un gran encandilamiento que lo llevará por dos caminos: no resistir y devolverse al mundo de las sombras, es decir, a la ignorancia, o continuar y lograr romper sus miedos y encontrar el conocimiento.
Así pues, nos encontramos en una gran incertidumbre: estamos en el mundo de las sombras o por el contrario creemos estar en la luz sólo por lo que nuestros instintos nos muestran.

Dentro de estas cavilaciones, es necesario retomar a Kant, cuando plantea que: “El hombre no puede convertirse en verdadero hombre sino mediante la educación; él es lo que ésta lo hace. Pero las dos artes más difíciles son, precisamente el arte de gobernar a los hombres y el de educarlos”, es allí donde se podría plantear que la educación es la base fundamental de la sociedad, puesto que el hombre es quien la construye y la rige. Si un hombre que ha sido educado bajo la minoría de edad, en términos de Kant, donde no es capaz de servirse de su propio entendimiento sin la dirección de otro, imaginemos la sociedad que podrá construir y por lo tanto la sociedad que deberá regir. Una sociedad llena de injusticias, con seres incapaces y faltos de entendimiento; ya que el ser hombres no solo es estar dotados de extremidades y caminar en dos de ellas, sino usar la razón para construir conocimientos y retomar los que ya han sido construidos. Pero, esto sólo lo podemos hacer cuando venzamos el encandilamiento y logremos ver la luz; y a esto sólo llegaremos por medio de una verdadera educación, no aquella que nos pretenden dar las instituciones, sino, la que nos brinde la capacidad de enmacipar y lograr la libertad, es decir cuando nos encontremos en la mayoría de edad, como lo plantea Kant.
Ahora bien, ya en la obra de Kant, la pedagogía queda situada en el manejo de elementos conceptuales más consistentes, los cuales dan las bases para la conformación de una educación que logre sentar las bases para la formación de un hombre que pueda ser útil a la sociedad. Con este autor el concepto de pedagogía queda definido en términos de una teoría sobre la educación, basada en la moral y cuyo fundamento último es la teoría del conocimiento de su obra Crítica de la razón pura. Para Kant la necesidad de una guía para esa acción formadora da lugar a una teoría que de manera razonada oriente el desarrollo humano. Así que argumenta:
“El arte de la educación o pedagogía necesita ser razonado, si ha de desarrollar la naturaleza humana para que pueda alcanzar su destino. [...] La Pedagogía o teoría de la educación es o física o práctica. La educación física es aquella que el hombre tiene de común con los animales, o sea los cuidados. La educación práctica o moral es aquélla mediante la cual el hombre debe ser formado para poder vivir, como un ser que obra libremente” (Kant)
Por lo tanto, queda claro que el hombre es la única criatura que ha de ser educada, puesto que los animales aprenden lo necesario para cumplir con su ciclo de vida.
En términos de Kant, para que el hombre pueda ser educado y salga de su estado de salvajismo necesita de la disciplina que es la que convierte la animalidad en humanidad. Al mismo tiempo plantea que el hombre necesita de cuidados y disciplina desde su temprana edad ya que un hombre que se deje hacer lo le plazca se devolverá de nuevo al salvajismo.
Dentro de sus planteamientos afirma que mediante la educación está el secreto de la perfección humana, pero para esto el hombre debe adquirir disciplina para poder enseñar a las generaciones venideras.
Además, por medio de la educación el hombre debe ser disciplinado, cultivado, debe tener una enseñanza que se llama civilidad y también atender a la moralización.
Por otra parte, la educación debe servir al hombre para que busque su libertad, para que piense por sí mismo con responsabilidad y autonomía y se sirva de su propio entendimiento y no use el de los demás.

Como elemento complementario dentro de la educación del ser humano aparece un punto fundamental que sería necesario nombrar tomando como partida a Pestalozzi que plantea “no hay educación que valga si desanima o roba la alegría”, es aquí donde podemos complementar a Kant y a Pestalozzi, puesto que Kant plantea la educación en términos de conocimiento lleva al hombre a la perfección, en cambio Pestalozzi agrega un elemento clave dentro de la educación que es la alegría, alegría en términos sentir y vivir lo que se conoce.
Pero ésta la debe sentir no sólo el niño que recibe la educación sino aquel que la está impartiendo.
Para Pestalozzi, “ninguna educación intelectual y artesana es posible si antes no han sido educados los sentimientos y las aptitudes prácticas en general” por lo que se hace necesario que la educación imparta conocimientos que sean útiles en la vida del hombre, pero también que se eduque en la subjetividad, aquella que queda relegada cuando sólo nos ocupamos del conocimiento.
Además, cabe resaltar que Pestalozzi no desconoce la educación intelectual y la artesana, solo que resalta la educación de los sentimientos como eje motivador dentro de la educación. Puesto que pone de manifiesto que el niño desde su temprana edad despierta sentimientos hacia los seres que le rodean, y en este momento no tiene ningún tipo de conocimiento intelectual, por lo tanto este tipo de conocimientos hay que seguirlos cultivando desde la escuela para formar seres íntegros.
Por lo tanto la educación debe retomar los postulados que Pestalozzi propone: sentimiento, intelecto y gusto constructivo práctico, tomados como resortes fundamentales de la acción que los educadores ejercen. En palabras de Pestalozzi “esos resortes, al integrarse armoniosamente, determinan todos y cada uno de nuestros hábitos virtuosos; pero esta orgánica integración sólo se puede conseguir mediante una educación que se realice equilibradamente en su aspecto ético-religioso.”

Retomando de nuevo a Kant, cuando plantea que “la educación es el problema más grande que puede ser propuesto al hombre”, este postulado continuaría siendo vigente, ya que si transformamos esta afirmación y la convertimos en pregunta la respuesta sería “si”, ya que son tantos siglos los que han pasado y aún no se ha logrado que los hombres entiendan que la mayoría de edad es algo necesario para construir la sociedad que todos anhelamos y que nos merecemos.

Pero aun seguimos intentando resolver problemas que son de menor importancia desconociendo que el problema fundamental es la educación. Porque por medio de ella es que logramos entender y resolver todos los conflictos que ha tenido la sociedad desde siempre.
Además, Kant también vislumbró que existe otro descubrimiento igual de difícil de resolver como el de la educación y este es “el arte del gobierno”, puesto que el hombre sin educación se convierte en un instrumento de dominación, ya que sus gobernantes hacen lo que desean con él. Un hombre educado no acepta todo lo que sus gobernantes dicen, es capaz de criticar con argumentos la forma como se gobierna la sociedad en la que viven. A los gobiernos no les interesa brindarles a los hombres una educación que ilustre, es más conveniente una educación que domestique, ya que aquel hombre que critica y refuta se convierte en algo nocivo que puede obstaculizar sus intereses individuales. Porque como plantea Kant “después de haber atontado sus reses domesticadas, de modo que estas pacíficas criaturas no osan dar un solo paso fuera de las andaderas en que están metidas, les mostraron el riesgo que las amenaza si intentan marchar solas..”es así como aun continuamos siendo aquellas criaturas pacíficas que nos da miedo salir del corral en el cual nos han dejado, porque no corremos el riesgo de equivocarnos ya que la educación que nos han dado por siglos no nos permite mirar más allá de nuestras propias narices.

Es por esto que el gran reto que tiene la sociedad es reconocer los errores que por siglos se han repetido y empezar a mirar por nuestros propios medio el mundo, sin tener que esperar que se nos representen por medio de sombras. Tal vez estemos dentro de una gran caverna y no nos hayamos dado cuenta; y por eso seamos seres incapaces, que nos mueven como marionetas y que por lo tanto nos gobiernen de la forma como siempre se ha venido haciendo, porque hemos pasado por reyes y presidentes pero la forma de gobernar ha sido siempre la misma. “Solo alguien que esta ilustrado no le teme a las sombras” (Kant) y ese es el hombre que pretende Kant que se eduque aquel que por medio de la educación logre llegar a la luz, logre conseguir su libertad y por tanto la de la sociedad en la cual vive y sin la cual no existiría.